Amianto
Riesgos para la salud
Cuando se inhalan fibras de amianto, éstas pueden alojarse en los pulmones o bien traspasar sus membranas y alcanzar otras partes de cuerpo, causando graves enfermedades como la asbestosis, cánceres de pulmón o de laringe y los mesoteliomas.
La peligrosidad del amianto radica en que las fibras pueden separarse con facilidad en fibras cada vez más finas, llegando algunas a ser microscópicas, por lo que podemos estar rodeados de billones de ellas sin percatarnos.
Cuando las fibras de amianto son inhaladas, pueden permanecer atrapadas en los pulmones, de forma que, a medida que pasa el tiempo la cantidad de fibras en el tejido pulmonar aumenta.
La exposición al amianto puede producir alteraciones fibrosantes de la pleura y pericardio que cursan restricción respiratoria o cardíaca y otras más graves como la asbestosis (un tipo de fibrosis pulmonar), neoplasia maligna de bronquio y pulmón, cáncer de laringe y esófago, mesotelioma de pleura, peritoneo o de otras localizaciones, entre otros daños.
Las enfermedades pueden tardar en mostrar sus efectos incluso 30 años desde la exposición al amianto.
En España su producción, comercialización y uso, así como de los productos que lo contienen está prohibida desde diciembre del año 2002.